ALFA ROMEO 4C
Y 4C SPIDER

Belleza esencial, pura deportividad

ALFA ROMEO 4C

El placer de conducir el Alfa Romeo 4C era el de un superdeportivo. La tracción trasera, el motor central sobrealimentado de 1.75 litros (capaz de entregar hasta 240hp) y la perfecta relación potencia-peso fueron diseñados para garantizar la máxima agilidad y rendimiento de un superdeportivo. Esto se logró utilizando materiales ultraligeros como fibra de carbono, aluminio y compuestos. Su interior también estaba diseñado en fibra de carbono, y sus asientos de competición aseguraban que el conductor mantuviera una postura deportiva pero cómoda. La caja de cambios de 6 velocidades con Alfa TCT era una solución técnica que combinaba la inmediatez de una caja de cambios secuencial y la comodidad de una caja de cambios automática. La suspensión deportiva, el sistema de frenado con discos autoventilados, los neumáticos de diámetro diferenciado y todos los demás elementos del Alfa Romeo 4C de fin de serie fueron diseñados para optimizar su rendimiento y proporcionar una experiencia de conducción incomparable.

ALFA ROMEO 4C SPIDER

Las formas, las líneas, las cualidades de carretera, el ADN de carreras son los elementos que hicieron del Alfa Romeo 4C Spider una perfecta expresión de la "mecánica emocional": un sincero homenaje a uno de los modelos más legendarios en la historia de Alfa Romeo: el 33 Stradale. El modelo 4C Spider de fin de serie era audaz y eficiente gracias al uso de materiales ultraligeros como fibra de carbono, aluminio y piezas compuestas. Su diseño unía una excelente agilidad con el rendimiento de un superdeportivo. De hecho, el peso del 4C Spider era inferior a 1.000kg, presentando una fenomenal relación potencia-peso. Su techo de tela garantizaba la máxima ligereza a la vez que aseguraba una protección adecuada. Su suspensión presentaba técnicas heredadas del mundo de las carreras, como el sistema de frenos con discos autoventilados y neumáticos de diámetro diferenciado. El corazón latente del Alfa Romeo 4C Spider era un motor turbo de gasolina de 1.75 litros con inyección directa, que entregaba hasta 240 HP. Su rendimiento fue el resultado de un sistema de transmisión altamente evolucionado: la caja de cambios “Alfa TCT” de 6 velocidades que combinaba la inmediatez de una transmisión secuencial con la comodidad de una transmisión automática.